Jesus Tejedor

Los Profetas

Espinas y Flores en el Desierto
Con un sol intenso sobre el desierto, la arena con pinceladas de luz cegadora.
Los profetas, crecen en medio de la nada. 
Les rodea solo espinas y una ilusión de flores. 
Con verbo firme de palabras ásperas como rocas protegen sus flores. 
Aunque no las vean, aunque no las toquen, se declaran dispuestos a protegerlas con sus propias vidas. 
Profetas guardianes de promesas invisibles, permanecen inmóviles ante la inmensidad desolada.
Profetas 1 Acuarela y pastel.79,5 X 39,5 cms. cada uno.79,5 X 237 cms. Juntos.Papel hecho a mano Mora 250grs.

Los Profetas  Espinas y Flores en el Desierto


La obra "Los Profetas" de Jesús Tejedor se presenta como una meditación visual sobre la resistencia y la esperanza en un mundo desértico, marcado por la superficialidad y la pérdida de lo sagrado. En un espacio minimalista, casi ascético, las figuras de los profetas emergen como silenciosos heraldos, desafiando la abrasadora luminosidad del entorno con una austeridad que evoca tanto la fragilidad de la existencia humana como la perseverancia de la fe.
El contraste entre la luz cegadora (hábilmente sugerida por un fondo de colores casi complementarios) las lineas con espinas dibujando extremidades del cuerpo humano y la inmensidad vacía del desierto crea una tensión dramática que recuerda la estética de Agnes Martin. La sencillez formal de Tejedor no es mera ausencia, sino una búsqueda de lo espiritual, una manifestación de la potencia de lo intangible. La línea sutil, la economía de recursos, se convierten en vehículos para expresar la lucha contra el vacío, la búsqueda de significado en un mundo aparentemente sin sentido.
El texto introductorio de esta colección, con sus "palabras ásperas como rocas" y "flores ilusorias", establece un diálogo profundo entre la tangible realidad y la etérea promesa de lo invisible. Esta tensión entre la dureza del desierto y la fragilidad de los sueños refleja la condición del artista en una sociedad inhóspita, donde la verdad se disuelve en la vorágine de las superficialidades. Los profetas, inmóviles en su resistencia, se convierten en guardianes de esas promesas invisibles, en custodios de una verdad que persiste en la memoria del espíritu, evocando la idea de Adorno de la cultura como resistencia a la barbarie.
La inmovilidad de los profetas, similar a la figura nietzscheana del "espíritu del martillo", desafía las estructuras establecidas. Su protección de las "flores ilusorias", las promesas invisibles, se convierte en un acto de valentía, un testimonio de fe en lo que aún no ha llegado. Esta imagen dialoga con la perspectiva de Walter Benjamin, quien destaca la percepción de lo sagrado en la modernidad, la lucha por mantener viva la chispa de lo invisible en un mundo fragmentado. La obra de Tejedor, por lo tanto, se convierte en una poderosa metáfora de la labor del artista y del ser humano: la búsqueda incansable de la verdad y la belleza en un mundo que ofrece, a menudo, solo espejismos y espinas.
En última instancia, "Los Profetas" es un acto de resistencia poética, un llamado a la perseverancia de la fe y la esperanza en un desierto de indiferencia. La obra no solo invita a la introspección, sino que también nos recuerda el papel fundamental del arte como custodio de las promesas invisibles del alma, transformando la crítica de arte en discípulo del análisis deconstructivista y a sus discípulos en profetas.
Desarrollado por ArtMajeur