Jesus Tejedor

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El arte es un pulso del alma que se traduce en color, en gesto, en silencio. Cada trazo es una confesión que busca resonar en quien mira, un puente invisible entre emociones que se reconocen. La obra vibra como un eco de lo humano, invitando a sentir antes que a entender. Así también viajan las ideas: se deslizan de mente en mente, transformándose, respirando nuevas formas. Incluso en los extremos más distantes late una misma raíz: el deseo de ser escuchados, de dejar huella en la mirada del otro.

Sombras

Este cuadro es un paisaje, una proyección de sombras de nogalina, cruzándose, superponiéndose.

Este cuadro es un sueño, mis primeros dibujos del natural, viajando en ciclos de ida y vuelta, en movimiento pendular entre figuración y abstracción, entre lo sensual y lo solemne.

Este cuadro es un viaje atrás, de figuras hieráticas, una danza de contrastes más transparentes que mi sombra, a veces complementándose, otras veces se rechazan,
como máscaras en un carnaval sin fin.

Este cuadro es un juego, a redescubrir el retrato sin mirada, donde la figura puede ser invasiva, neutra, sumisa o todo al mismo tiempo, y el dibujo vuelve a tomar la delantera, el color está por llegar.

Profetas

Con un sol intenso sobre el desierto, la arena con pinceladas de luz cegadora.
Los profetas, crecen en medio de la nada.
Les rodea solo espinas y una ilusión de flores.
Con verbo firme de palabras ásperas como rocas protegen sus flores.
Aunque no las vean, aunque no las toquen, se declaran dispuestos a protegerlas con sus propias vidas.
Profetas guardianes de promesas invisibles, permanecen inmóviles ante la inmensidad desolada.
Los Olvidados

Cuando los análisis e ideas bajo premisas comerciales, éticas o políticas descomponen el arte.
Cuando por intereses silenciamos a díscolos y marginales incómodos.
Cuando celebramos lo absurdo como moneda de cambio.
Cuando contradecimos nuestra propia condición, vamos dejando en el camino un hilo enmarañado con nudos a los olvidado
s.
Estudio

Autorretratos sin retrato en el estudio, en un estudio exiguo donde el autor no se representa en acción dentro de la obra, (no cabe la perspectiva) solo la mano que pinta sin pintar y el pie que mantiene firmes el soporte, el color y al propio autor.
Idas y vueltas, arrepentimientos y certezas, dudas y encuentros inesperados, paisajes introvertidos en hexágonos de anacoreta libre. Las ideas son resbaladizas, sólo queda la actitud
.
Cómplices

El arte es una aventura, una danza de colores y formas que estimulan la imaginación. Los acrílicos, pasteles y tintas, son las palabras de un diálogo, de una exploración de la conexión emocional y visual. Es una invitación a sentir la energía y la pasión de la obra.
La ósmosis de ideas implica la difusión, un estado de interiorización de conceptos entre personas, grupos o sociedades, ya sea en la política, la cultura, la ciencia... 
Incluso en los radicalismos ideológicos y populismos, dispuestos a aventurarse en levantar más fronteras, existe un intercambio muy filtrado de visiones, a tal punto que llegan a confundirse. Los extremos se tocan y pueden llegar a mezclarse.
Los Cautivos

Buscan desafiar las percepciones convencionales y ofrecer una experiencia artística en la que la contemplación se convierte en un viaje hacia la reflexión y la reinterpretación de la realidad, invitando al observador a reflexionar sobre la complejidad de la forma y la percepción visual.
Otras Pinturas
Obra anterior perteneciente a otras series
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